Su Opazo sobre Informe de una mujer que arde: “nos entrega, risa, amor, desolación”
La comediante nos cuenta qué piensa sobre las artes, el feminismo y el teatro en tiempos de pandemia que obliga a las intérpretes y al público encontrarse en un espacio virtual. Su Opazo nos habla también de su experiencia al trabajar en la obra digital Informe de una mujer que arde, actualmente en cartelera en Teatro Sidarte en el marco del especial Marzo Feminista.
¿De qué manera las artes apoyan a este gran movimiento feminista?
No entiendo nada respecto al arte en sí, más allá de que sea un reflejo de su tiempo y de la cultura a nivel general, entonces en el arte inevitablemente aparecen los discursos homofóbicos, clasistas o misóginos propios de su tiempo y a veces también aparecen los discursos y las posiciones políticas de resistencia que se juegan en el cuerpo por fuera de las salas y los museos. Si pudiera haber un arte comprometido políticamente, que entienda que no sólo reproduce, sino que también produce sentido y reproduce violencias. Tal vez podría ser un aporte a las causas feministas o a otras causas, pero para eso debe cuestionarse muy profundamente, entender el para qué se crea y quién es el que crea a nivel estructural: quién va a ser el espectador, de quién nos estamos burlando, quién gana en esta obra, quién pierde. Si estamos reproduciendo el mundo conocido o inventando un mundo otro por fuera de las opresiones constantemente vividas y representadas.
Tengo puras preguntas: en el teatro, el rol del actor o actriz, ¿cuál es? ¿Una persona, personaje, objeto que obedece lo que se le indica? ¿Puede haber un hacer del teatro que no sea marcadamente jerárquico y donde una actriz no sólo sea parte de los artefactos que se pone aquí o allá al servicio de la historia? Esto tal vez implicaría hacer creaciones colectivas, tal vez imposibles de realizar por tiempos y recursos, pero ojalá el teatro sea el permanente ejercicio intentar ficcionar la realidad en el contenido y en el hacer, para quizá a veces desbordar lo conocido y dar alguna pista de lo que pudiera existir y no sólo de lo que ya sabemos: patriarcado, muerte, opresión.
La obra tiene un claro enfoque feminista, ¿por qué decidiste participar en este proyecto?
Siempre me gustó el teatro y la actuación, aunque nunca tuve talento y además tenía que trabajar así es que tomé otros caminos. Recibir la invitación a participar de una obra sobre una reina y las esclavas me parecía un tema completamente atingente y fundamental de la posible emancipación que viene y las que vendrán. También porque no sabía muy bien en lo que me estaba metiendo, de loca no más.
Desde tu perspectiva, ¿qué hace a este proyecto único y especial?
Para mí en particular esta obra ha sido muy interesante a nivel plástico, si se pudiera llamar así a la materialidad que aparece a través de una pantalla y al lenguaje de la imagen y el cuerpo en esta plataforma, es una especie de Cybor/teatro de alguna manera, aunque seguro todo teatro lo sea, hágase con cartones y maderas o cámaras y videos. Queda la pregunta constante, ¿la actriz está ahí? ¿Es un video? ¿Estamos en la representación de la representación de la representación? Lo que existe a través de una pantalla es real o no, porque la pregunta sociológica que a mí me atraviesa aún es si la persona (personaje-máscara) es real o no en la vida cotidiana. Somos el hijo, el estudiante, la mujer que tiene perros, o cumplimos sólo un rol social en un escenario. Si para el interaccionismo simbólico, en cada persona sólo hay una actuación y no existe esencia bajo la máscara, no está la Su Opazo real después de quitarnos el maquillaje, porque las personas estarían tal vez siempre jugando un rol. En estos casos ficción y realidad no son dos cosas separadas, son sólo dimensiones y tiempos que se mezclan, aunque las consecuencias se viven como reales en los cuerpos, la muerte y el dolor son sin duda reales más allá de cualquier ficción, no mueren las actrices en una obra claro, pero las esclavas mueren todo el tiempo y mujeres esperan a su hombre y traicionan a sus compañeras a cada momento. También en esta obra la realidad misma se dibuja en esta fragmentación constante, pantallas que se encienden y apagan como en un computador y nos entrega, risa, amor, desolación, por lo tanto, esta obra lo quiera o no, nos sumerge en estos tránsitos y quien sabe esté explorando una nueva forma de representación. Ojalá que sí.
Informe de una mujer que arde tendrá funciones hasta el 28 de marzo a las 21:00 horas a través de la plataforma Youtube. Entradas disponibles por www.ticketplus.cl con valores accesibles que van desde los $2.000 hasta los $6.000 (Programa Paga Lo Que Puedas). Para saber más de la obra, haz clic aquí.